Entrar en el Ford Mustang Mach-E es experimentar un interior diferente a cualquier vehículo Ford anterior.
El nuevo diseño es la culminación del perfeccionamiento de lo que los usuarios esperan: amplitud, tecnología y percepción de calidez.
Mientras que la tendencia en las últimas décadas era hacia el «más» en el interior del coche -más botones, más funciones, más elementos-, Ford está adoptando un enfoque reductivo, utilizando el diseño centrado en el ser humano para despejar el interior y crear un espacio holístico.
El resultado con el Mustang Mach-E totalmente eléctrico es una visión desde el asiento del conductor que es una referencia en el camino hacia la electrificación.
«Cuando pensamos en cómo han cambiado los coches, pensamos en su aspecto exterior, pero es desde el interior donde los conductores y pasajeros los ven la mayor parte del tiempo», cuenta Amko Leenarts, director de Diseño de Ford:
«Ha sido un viaje increíble hasta llegar al dinámico y holístico interior del Mustang Mach-E, que hace más con menos y pone todos los controles importantes al alcance de la mano. Y seguiremos adoptando este enfoque con futuros modelos, escuchando a nuestros clientes y diseñando los interiores que mejor se adapten a sus necesidades.»
El diseño reductivo pretende ofrecer a los conductores un entorno más cómodo y sencillo. En el caso del Mustang Mach-E, esto incluye una gran pantalla táctil centralizada que consolida muchos de los controles del coche en un solo lugar.
El suave salpicadero con altavoz integrado es la última iteración en una búsqueda continua para hacer de la conducción y el viaje una experiencia lo más agradable posible. Por ejemplo, las almohadillas de carga inalámbrica y el manual de instrucciones digital eliminan los cables y el papel.
«Los nuevos vehículos electrificados, con suelos planos desde la parte delantera a la trasera, proporcionan más espacio y ofrecen a los diseñadores un lienzo en blanco sobre el que crear interiores que sitúen a las personas en el centro del diseño», afirma Leenarts.
Para entender mejor a la joven generación de nativos digitales y anticiparse a las tendencias futuras, Ford se embarcó el año pasado en un proyecto único: la cocreación de un coche de carreras virtual en colaboración con jugadores.
Casi un cuarto de millón de aficionados a los deportes electrónicos participaron en encuestas online para ayudar a determinar la apariencia de nuestro coche de carreras extremo Team Fordzilla P1, por dentro y por fuera.
«El coche de carreras P1 se ha reducido a los elementos esenciales del juego, como la velocidad, la posición en la carrera y el tiempo por vuelta. Junto con la paleta de colores atenuada, esto reduce las distracciones para que el piloto pueda centrarse en la carrera.
También podemos aplicar un enfoque minimalista al diseño de los interiores del futuro, donde lo que entra es lo que más quieren los clientes», cuenta Robert Engelmann, diseñador de interiores de Ford Europa.
La evolución de la vista del conductor
Los interiores de los coches han cambiado mucho desde que los conductores guardaban guantes en la guantera porque los volantes de metal y madera de los primeros vehículos se enfriaban en invierno. Para mostrar los cambios, Ford ha creado un vídeo con la vista del conductor de una docena de vehículos, desde el Modelo T hasta el Mustang Mach-E, y más allá.
Gracias a las múltiples innovaciones realizadas a lo largo de años de desarrollo y perfeccionamiento, hemos llegado a los interiores de última generación de hoy en día, como se muestra en el vídeo:
- Al principio se utilizaban ventanillas en los coches, y sólo se ofrecían como un extra
- Los parabrisas curvados condujeron al desarrollo del aire acondicionado, ya que no podían abrirse.
- Cuando se pusieron a la venta por primera vez, las radios representaban el 20% del valor del vehículo.
- Los salpicaderos de la posguerra se vieron influenciados por la carrera espacial, con más diales, interruptores y medidores, ya que la tecnología se convirtió en una parte cada vez más importante de la vida de las personas.
- La llegada de los videojuegos y el uso de los mandos de consola influyeron en el diseño del volante, con botones situados al alcance de los pulgares del conductor.
Los interiores actuales se fabrican cada vez más con materiales más duraderos, capaces de soportar mejor el contacto con productos como el desinfectante de manos, la crema solar y el repelente de insectos.